Los sistemas VRF (Variable Refrigerant Flow) destacan por su flexibilidad y garantía de eficiencia energética. Son una solución ideal tanto en obra nueva como en rehabilitación por su versatilidad. Y pueden climatizar espacios diversos como hoteles, oficinas, espacios comerciales u hospitales.
Entre las ventajas de estos se debe destacarse que permiten la instalación de distintos tipos de unidades interiores que se adapten a las diferentes necesidades y zonas de un edificio. Estos sistemas regulan el flujo de refrigerante que se envía desde una misma unidad exterior a distintas unidades interiores utilizando la tecnología Inverter de los compresores y las válvulas de expansión electrónicas adaptándose a la demanda de cada unidad interior
Los sistemas de aire acondicionado VRF funcionan con una eficiencia excelente en carga parcial ya que permiten adaptar su rendimiento a las exigencias del momento, consiguiendo así una importante reducción del consumo energético.
También el funcionamiento silencioso de sus unidades exteriores es otra de sus ventajas, ya que normalmente tienen que cumplir con unas mínimas exigencias al estar instaladas en el exterior.
Así, la incorporación de soluciones innovadoras como la tecnología de refrigeración VRF supone una excelente herramienta para la modernización de las instalaciones de climatización, con mínimos consumos de energía y un reducido gasto, lo que se traduce en un mayor respeto por el medio ambiente.
La evolución de los Sistemas VRF desde sus inicios
Desde sus inicios en Japón, los sistemas VRF han experimentado una gran evolución y hoy en día son muy demandados por su capacidad como solución en diferentes tipos de edificios. Ofrecen una gran capacidad frigorífica y calorífica, gran nivel de eficiencia energética, sistemas con recuperación de calor, control preciso de temperatura y están dotados de sistemas de control y gestión cada vez más potentes.
Se trata, por tanto, de sistemas apropiados para climatizar edificios con múltiples espacios. Además, ofrecen elevados niveles de eficiencia estacional, lo que se une a la posibilidad de contar con sistemas de recuperación de calor con servicios de calefacción y refrigeración simultáneos, además de la posibilidad de integración con cortinas de aire y sistemas de tratamiento de aire para ventilación.
Se trata, por tanto, de sistemas fáciles de proyectar, que requieren de poco espacio, son flexibles y adaptables a diferentes proyectos, con una gestión avanzada. Además, garantizan el control el volumen concreto de refrigerante que necesita cada unidad interior, lo que maximiza el confort en cualquier proyecto.