El mercado de control y regulación cada vez está más volcado en la eficiencia energética y en la búsqueda de más confort para el usuario final. En los últimos años, estos elementos de climatización han ganado peso y se han convertido en un elemento imprescindible en las instalaciones.
Las cifras del mercado respaldan su crecimiento año a año. La facturación se situó en 121,75 millones de euros en el último ejercicio 2017, según los datos de AFEC (Asociación de Fabricantes de Climatización), con un crecimiento en todos los productos analizados.
Lo cierto es que la industria de regulación y control ha ganado cada vez más protagonismo. Su influencia sobre el confort y la eficiencia energética es máxima. Además, las soluciones de control y regulación avanzan cada vez más porque tienen un amplio campo de crecimiento gracias a la demanda creciente de conectividad.
Margen de crecimiento
La previsión de la industria es que el crecimiento siga en los próximos años. Existe la necesidad de mejorar el acceso remoto a la instalación y la mejora mayor de la eficiencia energética. Otro factor clave es la necesidad de regular individualmente cada una de las estancias en las viviendas para ajustar en todo momento los horarios y la temperatura deseada según el uso. Monitorizar y aprovechar la energía es también clave, no sólo a nivel doméstico, sino también en el sector terciario y el de infraestructuras.
Ciertamente el mercado se dirige con fuerza hacia objetivos de eficiencia cada vez más exigentes. Lograr sistemas innovadores, pero que a su vez sean gestionables de un modo sencillo por parte de los usuarios, es uno de los retos de los fabricantes.
Las palabras clave que más se repiten en el análisis de esta industria son sostenibilidad y eficiencia. Se busca con más ahínco tecnologías que ofrezcan máximo rendimiento y mínimo consumo.
Por otro lado, los usuarios finales exigen cada vez más termostatos y elementos de control que sean fáciles e intuitivos en su uso, además de contar con un diseño atractivo y que proporcionen ahorro energético. También aumenta la demanda de controles que se integren con la domótica y que puedan ser controlados a distancia.