El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico convocará a los grupos de trabajo en 2022 y prevé la publicación del nuevo reglamento a principios de 2023.

Las revisiones incluirán una serie de requisitos en edificios ya existentes y objetivos de digitalización.

En el encuentro, desarrollado en el Foro C&R, participaron representantes de las principales asociaciones de climatización y refrigeración. 

El nuevo RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), que surgirá de una serie de modificaciones a la actual normativa que ya se están preparando, se convertirá en una verdadera palanca para impulsar la eficiencia energética en la climatización y refrigeración de edificios en España. Así lo afirmó Alfredo Garzón Gómez, de la Subdirección General de Eficiencia Energética, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en una mesa redonda sobre este tema desarrollada en el Foro C&R, en el marco del Salón Climatización y Refrigeración, C&R 2021, que se celebra del 16 al 19 de noviembre en IFEMA MADRID. 

Garzón desveló el calendario previsto para la nueva revisión del RITE, que ya arrancó en 2020 con la creación de unos grupos de trabajo sobre el tema, y que volverán a convocarse en 2022, para continuar con el lanzamiento de un primer texto de consulta pública a finales del verano y la publicación del reglamento definitivo a principios de 2023.

En la jornada técnica se analizó la evolución de los recientes cambios ya introducidos en el RITE durante una primera fase, así como las necesidades futuras de la fase II. El encuentro fue coordinado por Atecyr (Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración), con la colaboración de Aedici (Asociación Española de Ingenierías e Ingenieros Consultores de Instalaciones), AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización), CNI Confederación Instaladores, Conaif (Confederación Nacional de Asociaciones de Instaladores y Fluidos) y Fegeca (Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor). Arcadio García Lastra, miembro del comité técnico de Atecyr, actuó como moderador.

Dudas y preguntas frecuentes

Alfredo Garzón Gómez, de la Subdirección General de Eficiencia Energética, explicó las últimas modificaciones introducidas en el RITE y planteó los objetivos de la nueva revisión pendiente. Según señaló, en la última fase ya se han recogido una serie de actuaciones, entre ellas las relacionadas con la aplicación de directivas europeas. Por otra parte, avanzó que el ministerio publicará en diciembre “un documento sobre dudas y preguntas frecuentes sobre el reglamento”. Y, en cuanto a la segunda fase de la revisión, señaló que “ésta abarcará múltiples ámbitos” y añadió que volverán a convocar a los grupos de trabajo en 2022, a finales del verano dispondrán de un primer texto para su consulta pública, y a principios de 2023 “podría haber ya un nuevo reglamento”. 

Garzón afirmó que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico quiere que “el nuevo RITE sea una palanca que contribuya a conseguir todos los objetivos de España y Europa en descarbonización y eficiencia energética en todo el sector de la climatización y refrigeración”. Así, el nuevo reglamento “será un instrumento que todas las instalaciones tendrán que seguir para contribuir a alcanzar sus objetivos de renovables y eficiencia energética”. Entre las nuevas revisiones que se introducirán, mencionó la regulación sobre edificios existentes, que incluirá “una serie de requisitos procedentes de la Unión Europea”. El nuevo RITE incluirá también “objetivos de digitalización, además de los referentes a energías renovables y eficiencia energética”. 

Ricardo García San José, vicepresidente del Comité Técnico de ATECYR, comenzó su intervención en el foro afirmando que “todos estamos embarcados en conseguir para 2050 las emisiones neutras de CO2 y queremos edificios de energía casi nula”. Y planteó que, para avanzar hacia este objetivo, es necesario “analizar el edificio en su conjunto”, teniendo en cuenta “qué demanda y qué rendimiento tienen las instalaciones”. A continuación, analizó algunas de las modificaciones introducidas en la fase I del RITE, entre ellas “la adecuación a los reglamentos de diseño ecológico, que establece unas prestaciones mínimas para mejorar el rendimiento de las instalaciones, afecta a un mayor número de equipos y hasta potencias elevadas”. Así, señaló que “el RITE eleva las exigencias para las potencias superiores”. Entre los cambios, citó también que “en el proyecto debe justificarse el sistema de climatización seleccionado y su eficiencia energética general, teniendo en cuenta la integración de energías renovables y el aprovechamiento de las residuales”. 

Otras modificaciones tienen que ver con “las condiciones de diseño, los emisores térmicos, la prohibición de calderas y calentadores a gas de tipo B hasta 70 Kw, la preparación de ACS (agua caliente sanitaria), el fraccionamiento de potencia, el aislamiento térmico de ACS, la contabilización de consumos, el mantenimiento y la inspección”. Por otra parte, entre las necesidades futuras de la fase II, dijo que habrá que reflexionar sobre algunos temas como los relacionados con “las tramitaciones, la ventilación, la integración de las energías renovables en los edificios, y la inspección”. 

Principales cambios

A continuación, se celebró una mesa redonda, con representantes de las diferentes asociaciones de los sectores de climatización y refrigeración. Gustavo Álvarez, vicepresidente de AEDICI, explicó cómo afecta la modificación del RITE a la redacción de proyectos. Por otra parte, afirmó que el reglamento “potencia las energías renovables y amplía algunos conceptos en sistemas de automatización y control”, entre otras cuestiones.   

Pedro Ruiz Romero, responsable de estudios y legislación de AFEC, analizó cómo afecta la inclusión de los requerimientos de diseño ecológico en el RITE, fundamentalmente en los equipos de climatización. Además, puso el acento en cómo esta normativa “pretende descarbonizar las instalaciones de forma eficiente”; y, en la consecución de este objetivo, destacó el importante papel que puede jugar la “bomba de calor”, que es “una forma eficaz de contribuir a descarbonizar los edificios, ya que emite un 80% menos de CO2 que los combustibles fósiles”. 

Alberto Jiménez, miembro del comité técnico de FEGECA, también se refirió a la inclusión de los requerimientos de diseño ecológico en el RITE, fundamentalmente en los equipos de calor y ACS. Señaló que “en los generadores de calor la norma de ecodiseño y etiquetado energético no nos ha afectado demasiado porque ya estábamos cumpliéndola”. Pero también apuntó que la norma se ha ampliado a todas las potencias, lo que va a suponer una cierta modificación de los catálogos de los fabricantes. 

Antonio Pantoja de Paz, secretario de CONAIF, analizó cómo afectan las modificaciones del RITE a la rehabilitación energética de edificios. Además, afirmó que “el RITE es una herramienta que los instaladores tenemos muy presente y contribuye a mejorar la calidad de las viviendas, su estado de conservación, su digitalización y sostenibilidad”. Finalmente, Antonio Cano, miembro del comité técnico de CNI, se refirió a la relación del RITE con otros reglamentos a los que afecta la instalación térmica, en particular el RSIF. Y explicó las diferencias principales que percibe el colectivo de instaladores en la modificación de la fase I del RITE a efectos de mantenimiento e inspección. Además, propuso la integración de una serie de “sinergias” en el nuevo reglamento.