Estamos en el mes de septiembre. Ya ha comenzado el colegio, los días se acortan y la lluvia y el frío amenazan en el horizonte. Es el momento de pensar en calefacción y en agua caliente sanitaria, y claro está, en las calderas. Comprobar si se encuentran en buen estado o si es necesario su revisión o reposición es muy importante durante estas semanas de otoño antes de que bajen más las temperaturas.
La eficiencia energética es un aspecto a tener muy en cuenta. El 26 de septiembre de 2015 entraron en vigor las normativas ErP y ELD de Ecodiseño y Etiquetado Energético que buscan alcanzar los objetivos fijados por el Protocolo de Kyoto y el Plan “20/20/20” para la protección del medio ambiente. Estas normativas se han traducido desde su entrada en vigor en la obligatoriedad de instalar calderas de condensación en las viviendas, lo que es una garantía de ahorro energético.
Hay que decir que el mercado de calderas y generadores de ACS se encuentra en una situación de bonanza. Las cifras que ofrece la Federación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (Fegeca) hablan de una facturación del mercado en torno a los 500 millones de euros en el último año 2018.
El resultado anual marca un incremento generalizado en todos los segmentos, donde los principales mercados para la calefacción y la producción de agua caliente sanitaria se concentran en las calderas murales de condensación y en los calentadores que suman en total 737.576 unidades vendidas en 2018.
En calderas murales las ventas se situaron en 316.113 unidades, lo que supone un aumento del 12% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Apuesta por la condensación, más eficiencia energética
Este mercado, basado en la venta de calderas de condensación, se consolida como una pieza clave para la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea, gracias a la reducción del consumo energético y emisiones de CO2 que ofrecen las calderas de condensación frente a las calderas convencionales.
En calderas de pie y biomasa se han alcanzado unas ventas de 33.075 unidades de calderas de pie (gas y gasóleo) y biomasa, lo que representa un incremento de un 5% con respecto al año anterior.
También hay un aumento de las ventas de calderas de pie a gas y gasóleo que superan en más del 14% y 4% las ventas del año anterior, respectivamente.
Lo más destacado es que de estas ventas, más del 21% son calderas de condensación, lo que supone un crecimiento del 22% de la condensación respecto al año anterior.
Con unas perspectivas también favorables en 2019, los fabricantes hablan de un crecimiento en nueva instalación, pero con un nicho principal en la reposición de equipos.
El cambio normativo que supuso la entrada en vigor de la ErP ha significado también un cambio tecnológico hacia calderas de condensación, mucho más eficientes.
Precisamente, la eficiencia energética es una tendencia clara en el mercado, como también el uso de equipos de regulación con sondas de temperatura, los termostatos inteligentes y la conectividad.