El segmento de bombas de calor se ha convertido en la tecnología de moda en el mundo de la climatización. Su versatilidad y eficiencia energética juegan a su favor en un mundo que avanza hacia una electrificación de la economía que irá dejando atrás los combustibles fósiles.
La bomba de calor toma la energía del entorno natural, por lo que tiene consideración de energía renovable, y la transporta al interior de edificios y viviendas. En invierno, ayuda a calentarlos, pero también trabaja de un modo inverso, llevando el calor desde el interior de los edificios y viviendas al exterior y favoreciendo la refrigeración de los mismos.
Además de la consideración de energía renovable que tiene esta tecnología basada en la aerotermia, los desarrollos tecnológicos de todas las marcas presentes en el mercado en los últimos tiempos se han encaminado a desarrollar soluciones que garantizan a un tiempo calor, frío y agua caliente sanitaria.
Las últimas cifras disponibles de AFEC, la patronal de fabricantes, de 2018, sitúa su crecimiento en un 5,27% en el conjunto de todos los segmentos analizados. En el caso del negocio residencial, la subida se situó en un 11,69%.
Las nuevas promociones apuestan por la bomba de calor
La construcción ha seguido siendo un factor de crecimiento durante el presente año 2019, y en las nuevas promociones, casi todo lo que se instala es bomba de calor. La rehabilitación y reforma también han mantenido una línea ascendente, todo ello animado por el consumo y la buena marcha de la economía.
Los promotores inmobiliarios apuestan por las bombas de calor ya que actualmente la normativa obliga a utilizar en las nuevas construcciones sistemas de aislamiento, climatización e iluminación que reducen el impacto ambiental, y en el caso de la climatización, la aerotermia supera estos requisitos y los establecidos en la Directiva 20/20/20 de la Unión Europea.
Al crecimiento de la aerotermia como solución se añadirá en el ámbito normativo la publicación de la revisión del Código Técnico de la Edificación en su apartado de ahorro energético, cuyas condiciones de consumo y demanda energética favorecerán a la bomba de calor como la tecnología adecuada para su cumplimiento.
Todos los factores, por tanto, favorecen a una tecnología que ofrece climatización integral, además de eficiencia energética y protección del medio ambiente.