Con la llegada del buen tiempo, y ante una temporada de verano post-Covid, la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) aconseja adoptar una serie de medidas para garantizar el adecuado funcionamiento de los equipos de climatización.
Para empezar, desde esta Asociación recuerdan que los sistemas de aire acondicionado son equipos seguros y que permiten reducir la propagación del coronavirus en espacios interiores, “aunque este verano todavía es recomendable no usar los modos de recirculación del aire”.
Según Inmaculada Peiró, directora General de Agremia, “con frecuencia se piensa que los aparatos de aire acondicionado, en particular los que no son portátiles, son meros electrodomésticos, y no es así. Se trata de equipos que forman parte de la instalación térmica de la vivienda, por lo que su instalación, uso y mantenimiento, está sometida a la normativa en materia de seguridad y calidad industrial”. Es por ello que estas operaciones de instalación y mantenimiento solo pueden ser realizadas por empresas instaladoras o mantenedoras habilitadas.
No obstante, siempre que no se trate de las operaciones anteriores, también los usuarios pueden verificar el estado de sus aparatos de aire acondicionado de una manera sencilla.
Agremia recomienda seguir estos pasos:
1) Comprobar que las conexiones eléctricas que alimentan el equipo están en buen estado. “Aconsejamos revisar que el cableado no está en malas condiciones o que los equipos no están conectados a regletas junto con otros aparatos del hogar porque pueden no soportar la intensidad de todos los elementos y, en consecuencia, producirse calentamientos o cortocircuitos que pongan en riesgo la seguridad”, dicen desde Agremia.
2) Revisar que los circuitos frigoríficos (los tubos por los que circula el líquido refrigerante entre la unidad interior y la unidad exterior) están debidamente aislados. “Un aislamiento inadecuado o un deterioro ocasionado por los años provocará una pérdida de energía y, por lo tanto, un mayor consumo eléctrico”, argumenta Peiró.
3) Limpiar regularmente los filtros de aire del aparato de aire acondicionado, que suelen ser fácilmente accesibles. El uso continuado de los aparatos y el paso del tiempo hacen que dichos filtros se obstruyan perjudicando la eficiencia del equipo, reduciendo el caudal del aire y disminuyendo la eficacia del filtrado. Además, es conveniente limpiar estos filtros con más regularidad –normalmente dos veces al año- y su sustitución periódica para que la calidad del aire interior sea óptima y alejada de cualquier presencia de la Covid-19.
4) Tener en cuenta la normativa existente, en este caso el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que establece que los aparatos de aire acondicionado o las bombas de calor con potencia inferior a 12 kW, deben ser objeto de un mantenimiento preventivo cada 4 años si son de uso doméstico o cada 2 años para cualquier otro uso (comercios, oficinas, etc.), o bien con la periodicidad indicada por el fabricante en el manual de uso y mantenimiento del equipo.
5) Realizar un uso responsable de los equipos, evitando que no se dispare la factura de la electricidad por un consumo excesivo. En este sentido, Agremia recuerda que, a partir del 1 de junio, con la entrada en vigor de las nuevas tarifas, el usuario tendrá que cambiar sus hábitos de consumo: “Se reduce el término fijo pero el término variable –lo que se consume- puede verse incrementado considerablemente según el horario en que se produzcan los consumos”.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) recomienda, además, que la temperatura ambiente a la que se deben programar los equipos sea entre 24 y 25 grados en verano, cuando los aparatos se utilizan en modo refrigeración y entre 21 y 22 grados en invierno o cuando se usan en modo calefacción.