El control del confort en el hogar preocupa cada vez más a las familias españolas. Según los datos del informe «Ni frío ni calor. Temperatura y confort en el hogar», que ha elaborado la asociación Andimac, las familias españolas gastaron de media un 5,5% más en 2017 para regular la temperatura de sus hogares. El gasto medio se situó en 675 euros.

El volumen de negocio de productos y servicios destinados al control térmico en los hogares se incrementó un 6% el pasado año, alcanzando los 2.200 millones de euros que se invirtieron en mantenimiento y reparación de ventilación, aire acondicionado y calefacción. De media, el gasto en reparaciones y reformas del hogar también se situó en un 6%. Del total de esta media, el 13% correspondió a productos que tenían que ver con el calor y el frío.

El estudio de Andimac también desvela que las familias españolas pusieron por delante regular antes el calor que el frío. El 34% de los productos de control térmico que se adquirieron en nuestro país en 2017 fueron calderas, frente al 20% que representaron los equipos de aire acondicionado. Del resto, un 26% representaron los productos de ventilación, mientras que el 20% restante fueron termostatos.

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Se priorizan las tiendas especializadas

De las compras realizadas, la mayoría, un 26,4% del total, fueron realizadas en almacenes y tiendas especializadas, apostando así por un servicio directo y una mayor personalización. El 14,3% se realizaron en tiendas de bricolaje, mientras que un 11,9% de los productos de control térmico los adquirieron las familias en grandes almacenes. Por su parte, la venta online sólo acaparó un 7% de las ventas, siendo el canal menos utilizado, y donde Amazon se ha convertido en un punto de información en relación a estos productos.

Por Comunidades Autónomas, también se observan diferencias claras respecto al gasto, siendo las familias catalanas las que más invirtieron en el control térmico de sus hogares durante 2017, llegando a registrar un gasto total de 183 millones de euros. Le siguieron los andaluces, que con 160 millones de euros superaron a las familias madrileñas (138 millones de euros) en gasto en reparación y mantenimiento de ventilación, aire acondicionado y calefacción. Sólo estas tres comunidades representaron conjuntamente la mitad del gasto total (47,7%), lo que da cuenta de la disparidad existente entre los distintos territorios españoles.