Ariston, experto mundial en soluciones de calefacción y agua caliente sanitaria, proporciona las claves para un buen mantenimiento de la caldera y así poder evitar problemas como fugas de gas -causante de explosiones debido a acumulaciones- fugas de agua o problemas de mala combustión y funcionamiento de la caldera. Por ello considera primordial hacer revisiones e inspecciones periódicas de la caldera, diferenciando dos métodos;

  1. Revisión de la caldera de gas

La revisión de la caldera del gas es un procedimiento distinto, y varía en función de las características específicas de cada equipo. Las revisiones se han de realizar por normativa, ya que se encargan de comprobar el buen funcionamiento de la caldea en sí.

La forma correcta de realizarlas es siempre la que marca el fabricante en su manual de mantenimiento. aunque hay más opciones, como contratar técnicos particulares homologados o, incluso, las propias distribuidoras que, en ocasiones, también proporcionan ese servicio.

En la revisión, la finalidad es constatar el funcionamiento correcto de la caldera. De esta manera, nos aseguraremos que es eficiente, segura y su vida útil será larga. Lo recomendable es siempre contactar con el Servicio Técnico Oficial del fabricante. De esta manera nos podrán asesorar directamente, ya que son los que más conocen  las peculiaridades técnicas de sus aparatos y suelen conocer los problemas más típicos que puedan darse y sus soluciones.

Precio y pago

El precio puede variar en función del contrato que queramos realizar, y también de con quién lo realicemos (Servicio Técnico Oficial, particular o distribuidora. También debemos mencionar que, muchas veces, las marcas de los fabricantes proporcionan revisión sin coste alguno a los clientes que contratan el servicio de mantenimiento anual que además incluye la reparación de averías.

Periodicidad

El Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece que las revisiones a la caldera se han de realizar cada dos años. En cambio, la revisión obligatoria de los calentadores de agua es cada 5 años. Finalmente, las calderas de gasóleo se deben revisar anualmente. Y hay que tener en cuenta también que la norma indica que,  si el fabricante lo especifica en el manual de mantenimiento, este periodo se puede reducir.

Otros modos de tener la caldera siempre mantenida:

-Extensiones de manteniemiento

En Ariston se preocupan por cubrir las necesidades del producto para garantizar seguridad, ahorro energético y prolongar al máximo la vida del producto. Para ello ofrece buena amplia gama de servicios adaptados a cada tipología de producto: activación y extensiones de garantía, contratos de mantenimiento y atención personalizada por parte de los técnicos de los Centros de Asistencia Técnica oficial Ariston.

Entre otros beneficios, la extensión de garantía permite contar con la tranquilidad de saber que durante 5 años, las piezas, el desplazamiento y la mano de obra estarán cubiertos.

  • Asistencia online por la app

La asistencia online es un servicio que ofrece Ariston junto al servicio técnico oficial, en el cual un técnico hace seguimiento de la caldera las 24h del día. En caso de incidencia, la resuelve online y mediante notificación llega una alerta.

Si la incidencia no se puede resolver online, entonces se programa una visita física. Lo que convierte este método en un aliado perfecto para tener la caldera bien mantenida y seguida y más en la situación actual, en la que tener asistencia remota es valor añadido.

  1. Inspección de gas

La inspección del gas que utiliza la caldera supone que un profesional de la distribuidora que tengamos contratada revise íntegramente el buen funcionamiento de la instalación del gas. En esta inspección se revisarán aspectos como la estanqueidad, el estado de conservación del contador o el estado y vigencia de las tuberías, llaves y gomas. Por lo tanto, son comprobaciones de la instalación de gas en su totalidad, que se deben hacer por normativa, y están gestionadas por la administración competente.

Como las encargadas de hacer las inspecciones son las compañías de gas, estas contactarán con el cliente por correo ordinario o mediante la colocación de carteles en forma de aviso en la comunidad con al menos 5 días de antelación para dar noticia de su realización. Si el cliente prevé no estar en casa la fecha seleccionada por la distribuidora, puede solicitar otro día para efectuar la inspección. Y, aunque no sea lo más común, también se puede realizar la inspección con una compañía que no sea la contratada.

Precio y pago

Para efectuar el pago de las inspecciones es importante señalar que se cobran dos conceptos diferentes. Por un lado, los gastos de gestión de la distribuidora, que siempre hay que abonarlos, y por otro la inspección en sí misma.

Si optamos por nuestra propia empresa particular, el importe será el que acordemos con ella. Si, en cambio, nos decantamos por la opción de la distribuidora de gas natural, el precio es el que estipula cada comunidad autónoma. También es importante recordar que, en las instalaciones compartidas por toda una comunidad de vecinos, hay que añadir el coste de la inspección común lo que hará más cara la factura.

El pago se realiza en la factura de gas de la distribuidora que tengamos contratado. De hecho, aunque hayamos contratado una empresa diferente, el pago se lo pasará a la comercializadora. Es importante saber que nunca debemos pagar directamente al técnico que venga a nuestra casa en la inspección periódica del gas.

Periodicidad

Las inspecciones de gas ordinarias se realizan aproximadamente cada 4 o 5 años que varían según el tipo de gas y la comunidad.