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Una inversión destinada a ampliar su red europea de desarrollo y fabricación de bombas de calor con una nueva fábrica en Polonia y un aumento de su capacidad de producción en las que tiene operativas.
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El Grupo prevé un crecimiento anual de aproximadamente el 20% de aquí a 2025 para el mercado europeo de bombas de calor, con más de 30 millones de equipos instalados.
Hoy en día, las bombas de calor se han convertido en una solución clave para alcanzar los objetivos climáticos europeos en el sector de la edificación, por esta razón en los últimos años el uso de esta tecnología ha aumentado significativamente en Europa y se espera que la tendencia continúe en el futuro. De hecho, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), durante el 2022 se llegaron a vender casi 3 millones de bombas de calor, lo que supone un crecimiento del 40% en comparación con las cifras del año anterior.
Consciente de ello, y teniendo en cuenta que esta solución se convirtió en el motor de crecimiento del Grupo Bosch durante 2022 al aumentar sus ventas en un 54% en todo el mundo, la marca planea continuar invirtiendo en aerotermia para mantener esta aceleración. Una inversión que empezó en 2018 con intención de expandir su red europea de desarrollo y fabricación de este tipo de soluciones.
Para Christian Fischer, vicepresidente del Consejo de Administración de Bosch y responsable de los sectores de negocio de Energía y Tecnología de Edificios y Bienes de Consumo de la empresa, es fundamental seguir trabajando en esta línea. “Estamos ayudando a descarbonizar más de 200 millones de edificios en Europa, y por ello, es importante seguir invirtiendo en este camino”. La directiva afirma que el grupo tiene pensado invertir 1.000 millones de euros hasta finales de la década, 225 millones de los cuales se destinarán hasta finales de 2027 en una nueva planta de fabricación de bombas de calor en Dobromierz, en Baja Silesia, a unos 70 kilómetros de Wroclaw, en Polonia. “Las obras comenzarán en 2024 y se prevé que la producción se inicie a finales de 2025 principios de 2026 creando unos 500 nuevos puestos de trabajo de aquí a 2027”, explica.
Bosch también planea reforzar sus fábricas europeas ya existentes como Eibelshausen, en Alemania, que a partir de este año empezará a producir unidades interiores de bombas de calor especialmente silenciosas y ecológicas que funcionarán con refrigerante R290 (propano). Asimismo, Bosch ha ampliado significativamente su capacidad de producción en Alemania desde 2019, duplicando el número de modelos en su cartera de bombas de calor y modificando y actualizando los modelos ya existentes.
Además de Eibelshausen, Bosch también desarrolla y fabrica bombas de calor en Aveiro (Portugal), Tranås (Suecia), y Wernau (Alemania). A esto se le suma la join venture para bombas de calor reversibles que Bosch y Electra Industries tienen en Israel.
El mercado europeo de bombas de calor crece a un ritmo excepcional
Bosch prevé un crecimiento anual de aproximadamente el 20% de aquí a 2025 para el mercado europeo de bombas de calor, con más de 30 millones de equipos instalados en la Unión Europea. Así, Jan Brockmann, director general del Grupo Bosch Home Comfort afirma, “En Europa, esperamos que el crecimiento en este entorno tan dinámico sea excepcionalmente alto, y nos hemos fijado el objetivo de crecer significativamente más rápido que el mercado. Junto con nuestras plantas existentes en Europa, la nueva planta de Polonia nos ayudará a alcanzar estos objetivos de crecimiento”.
Aunque las bombas de calor son especialmente adecuadas para edificios nuevos, Jan Brockmann recuerda que la mayor parte del parque de viviendas en Europa son edificios existentes, por lo que considera fundamental crear una estrategia de cartera diversificada para alcanzar los objetivos climáticos. “Aparte de las bombas de calor, las soluciones híbridas compuestas por una bomba de calor y una caldera de condensación suplementaria para los picos de demanda pueden ser una solución provisional en el camino hacia un parque de viviendas neutras desde el punto de vista climático. Son especialmente adecuadas para edificios antiguos en los que no se dispone de capital suficiente para renovar completamente la envolvente del edificio” asegura. Y es que la bomba de calor de un sistema híbrido es de menor tamaño, lo que la hace más asequible que una bomba de calor independiente. Por ello, Brockmann considera que lo ideal es encontrar un punto de equilibrio en estas situaciones de bivalencia de sistemas.