Durante los meses de verano, en los que el calor aprieta con fuerza en nuestro país, todos buscamos un entorno agradable y de confort. Los españoles cuentan para ello como aliado con el aire acondicionado. Por otro lado, el parque de viviendas con un aparato de climatización no deja de crecer cada año (ya se sitúa por encima del 33%).

Se estima que el 90% de nuestro tiempo lo pasamos en espacios interiores, por lo que los edificios tienen un gran impacto en nuestra salud y bienestar. Si hablamos de consumos, el 66% del gasto energético de los edificios se emplea en calefacción, refrigeración y ventilación.

Esta cifra podría reducirse de un modo drástico con un aislamiento eficaz y sostenible, lo que permitiría reducir la factura energética entre un 50% y un 90% y proteger al edificio ante factores externos, como el moho y la humedad, aumentando su seguridad y confort.

aislamiento

La reducción de los costes energéticos

El aislamiento mejora la eficiencia energética de los edificios, y ayuda a mantener una temperatura constante en el interior, sean cuales sean las condiciones climáticas del exterior, reduciendo notablemente los costes energéticos, así como la huella de carbono del edificio.

El aire acondicionado es la solución perfecta para, combinada con un buen aislamiento, mantener una temperatura óptima en estancias interiores durante los meses de verano. El aislamiento ayuda también a la mejora del confort térmico interior, no sólo en los meses estivales, sino también en la temporada invernal.

La rehabilitación de la envolvente térmica de un edificio se amortiza en un plazo de 10 años y puede generar un ahorro medio de 600 euros anuales en gasto de calefacción.